lunes, 22 de junio de 2009

El Moho

Evelyn Fox Keller usó por primera vez ecuaciones para tratar de entender el comportamiento de la extraña criatura Dictyostelium discoideum: el MOHO.

El mutante Dictyostelium discoideum

Johnson escribió: “El mito de la hormiga reina”, “A nivel de la calle”, “El encuentro de patrones”, “Escuchando al feedback”, “El artista del control”.

Al Dictyostelium discoideum se lo puede ver en un bosque húmedo; si sigue su deambular mediante fotografías de cámara lenta va a comprobar un comportamiento insólito: un día está donde se lo ve, y a los pocos días desaparece como si se lo hubiese tragado la tierra, o si se hubiese evaporado.

Lo que sucede que el Dictyostelium pasa gran parte de su vida bajo el formato de miles de células aisladas, cada una de ellas haciendo su propia vida independientemente del resto, pero bajo ciertas condiciones estas miles de células dispersas se agrupan nuevamente en un organismo único que empieza a desplazarse por el jardín comiendo hojas como cualquier pluricelular que se precie.

Cuando el entorno se pone difícil, Dictyostelium se comporta como un organismo único, cuando el entorno se enfría y el moho tiene mucho de que alimentarse se convierte en muchos. La ontología del Dictyostelium es híbrida. Oscila entre ser una criatura única y un enjambre.

Si esta criatura moho plantea interrogantes es entre otras razones porque su comportamiento nos resuena con uno de los grandes misterios de la fisiología humana. A saber como hacen todas nuestras células (trillones) para trabajar tan bien juntas, aunque cada una de ellas tiene una identidad propia.

Si supiéramos como lo hace el moho, a lo mejor entenderíamos algo acerca de la asociación de nuestras propias células.

No hay comentarios:

Publicar un comentario